Los elementos naturales solían ser las únicas materias primas con las que los pobladores originarios materializaban sus refugios temporales o viviendas permanentes. Actualmente la conciencia ambiental y el interés por los métodos de construcción ecológicos han logrado prácticas más sostenibles que apuestan por adaptar estos procedimientos a los requisitos contemporáneos.

Se incorporan materiales biodegradables, bajo impacto en sus proyectos y fusionándolos con recursos modernos para potenciar sus ventajas físicas, algunos arquitectos han logrado recuperar las técnicas ancestrales de sus regiones, eligiendo un camino hacia la bioconstrucción.

Los techos de paja pueden parecer una novedad constructiva que llego con la arquitectura sostenible, pero no es así, estas cubiertas tradicionales, económicas y duraderas, proporcionan un excelente aislamiento térmico y acústico.

Los techos de paja se conocen desde tiempos más remotos para el resguardo de las viviendas de la intemperie. Hoy, el Norte es el mas tradicional de los techos. Sin embargo, la arquitectura popular nos ha demostrado que este tipo de techumbre en toda la geografía. Por ejemplo, en Holanda, Irlanda, Dinamarca, Normandía (Francia) y Gran Bretaña, los techos de paja siguen siendo una opción para las viviendas unifamiliares. La arquitectura sostenible los ha hecho suyos para muchas casas ecológicas.

Tipo de paja

Para este tipo de techos se utilizan vegetales, que suelen cultivar a nivel local (no siempre), por lo que su proceso de producción no conlleva el uso de energía y además el corte es inferior al de otros materiales. Casi todo el coste del tejado recae en la mano de obra, que sí debe ser muy especializado. Y cuando la paja ya ha completado su vida útil, se puede reutilizar como abono o como combustible. Por todas estas razones, las cubiertas de paja pueden considerar entre las opciones para tejados más sostenibles…

Las plantas que se utilizan son plantas de ribera como el carrizo. Con el nombre de carrizo nos referimos a cualquier tipo de planta gramínea de tallo largo de las que crecen en las orillas de los ríos. En general, las cubiertas se hacen con hierbas de tallo rígido, palmeras y cañas de hasta 2 de longitud, sin curvaturas metros ni nudos, y con los tallos huecos (señal de que se han secado convenientemente). Se cortan y se recogen en balas peinadas, que se dejan secar el tiempo necesario.

Propiedades

Su principal ventaja es que es un excelente aislamiento térmico: con un grosor de sólo 30 cm cumple ya los más altos estándares de aislamiento térmico, y resulta fresco en verano y caliente en invierno. También aísla muy bien del ruido. Su coste es bajo, y se trata de un material muy estable siempre que lo instalen profesionales experimentados. La resistencia a los seísmos es muy buena, y también la resistencia a la lluvia. Puede presentar algunos problemas con los insectos o los pájaros, no así con los roedores, que prefieren las grietas en las capas asfálticas de otro tipo de tejados… Pero a cambio son extraordinariamente bellos.

Desventajas

El principal inconveniente es que se trata de un material combustible, por lo que no es idóneo para zonas urbanas con una densidad de población alta. No es posible instalar chimeneas cerca de un techo de paja, por ejemplo. A veces se protege la base con planchas hechas de material ignífugo, que se fijan a las vigas. O con una capa de aluminio. Y hay tratamientos retardantes del fuego que se pueden aplicar a los techos. En cualquier caso, unas alarmas contra el humo en las casas con techos de paja nunca estarán de más.

Duración

Si está bien realizado, el techo de paja es tan duradero como el que más: puede durar en buenas condiciones entre 40 y 65 años, es decir, lo mismo que cualquier otra cubierta. Eso sí, necesita un mantenimiento especial cada menos tiempo, y es que el caballete de hierba que lleva debe renovarse a los 8 o 10 años.

Algunos ejemplos arquitectónicos son: